19 abril 2025
Cuando la geopolítica no explica, impone
18 abril 2025
Chile, Valparaiso, Universidad de Playa Ancha
28 marzo 2025
Las huellas del coronavirus: a 5 años de la pandemia que cambió al mundo
https://www.c5n.com/sociedad/las-huellas-del-coronavirus-5-anos-la-pandemia-que-cambio-al-pais-n194447
El 20 de marzo
de 2020 se decretó en la Argentina el Aislamiento Social, Preventivo y
Obligatorio frente a un virus desconocido, que afectó las estructuras
económicas, políticas, sociales y culturales. ¿Cuáles fueron las consecuencias
psicológicas y sociales que persisten hasta ahora?
¿Estamos
preparados para una nueva pandemia?
Este 20
de marzo se cumplen cinco años del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio
por el COVID-19 decretado en la Argentina ante la llegada de un virus
desconocido que había irrumpido para cambiar el mundo. La pandemia de
coronavirus afectó las estructuras económicas, políticas, sociales y
culturales alrededor del planeta y generó la muerte de unos 14
millones de personas entre 2020 y 2021.
La pandemia
comenzó con desconcierto, desde que Wuhan, en China, reportó el primer caso:
desde ese diciembre de 2019 hasta el primer caso positivo en nuestro país,
pasaron casi tres meses. La simples costumbre de saludar a alguien con un beso
fue reemplazada por el más frío pero ascéptico choque de puños o codos, los
barbijos se transformaron en un esencial a la hora de salir de casa y la
incertidumbre sobre el futuro crecía.
El coronavirus
transformó de manera abrupta la vida cotidiana de la sociedad, que se
tuvo que adaptar a ciertas medidas de aislamiento para no exponer su vida o la
de sus seres queridos. El 7 de marzo de 2020 se reportó la primera muerte en
Argentina, y solo dos semanas después se contabilizaban cuatro fallecidos y más
de 200 contagiados.
Todo se
desarrolló de una manera vertiginosa, casi sin freno, ahora que lo observamos
en retrospectiva. Pero, ¿qué cosas aprendimos? ¿Cuáles fueron las
consecuencias psicológicas y sociales que persisten hasta ahora? Para
analizarlo de forma precisa, C5N habló con el
historiador Pablo Vommaro, docente e investigador de la UBA,
CONICET y CLACSO, y con Marcero R. Ceberio, doctor en
Psicología, Psicoterapeuta e investigador.
"Los
efectos de la pandemia todavía se pueden observar, todavía son totalmente
palpables y tienen que ver, sobre todo, con varios efectos a nivel
vincular, afectivo, emocional, creo que son los principales efectos y sobre
todo cómo repercuten en las nuevas generaciones", explicó Vommaro.
El sociólogo
señaló que principalmente la pandemia repercutió en jóvenes que la transitaron
con 15, 16 o 17 años y que hoy tienen 20, 21, o 23. En esta franja etaria repercuten
las transformaciones en el modo de sociabilidad, ya que no pudieron ver a sus
amigos o no pudieron tener encuentros presenciales, donde "se sintieron
de cierta manera abandonados, con sus proyectos de vida truncados o
postergados".
También "hay
efectos vinculares, materiales y también de formas de producir o de
desempeñarse en la vida y construir proyectos que todavía perduran, en su
mayoría vinculados con no sentirse escuchados", señaló. Algo que
ocurrió en 2020 fue que, en un momento, los y las jóvenes fueron culpabilizados
como los principales promotores de los contagios.
Otra de las
repercusiones que tuvo la pandemia, fue la intensificación del mundo digital:
"Muchas redes sociales cuyo uso se amplificó o se masificó. Por ejemplo,
TikTok, que hoy en día sigue siendo una red muy influyente".
Vommaro detalló
que la pandemia es una amplificadora y profundizadora de muchas tendencias
sociales o dinámicas que venían desde antes y, entre otras cosas, "profundizó
fuertemente las desigualdades sociales, las desigualdades sociales
multidimensionales".
¿Cambió la
sociedad tras la pandemia?
"No
somos los mismos que antes que después de la pandemia, no necesariamente para
mejor", sentenció el sociólogo y reflexionó
sobre que "muchos pensábamos que la pandemia nos iba a llevar a valorizar
lo público, nos iba a llevar a encontrar otras reglas de convivencia, que nos
iba a llevar a formas de comunicación y de vínculo social distintas y más
igualitarias en un punto, o de más colaboración y de más cercanía, más
solidarias".
Sin embargo, en
contraposición, fueron las tendencias que tienden al individualismo, a la
competencia, a la desigualdad y la exclusión, las que se convirtieron en
predominantes.
¿Cómo afectó
a las nuevas generaciones?
"Creo
que hay un descontento en las nuevas generaciones, un malestar que se
profundizó con la pandemia. No hablaría de apatía porque hay un
compromiso social desde la bronca, desde el descontento, desde la desazón. Todo
lo conocido no sirvió, busquemos otras alternativas y busquemos otras
posibilidades u otras propuestas, otros caminos", explicó Vommaro.
Para el
sociólogo sigue habiendo una búsqueda de estar con otros, porque aun grupos
violentos, autoritarios, con discursos de odio, están proponiendo formar
partidos políticos y están convocando a que sean votados y están movilizando de
cierta manera a la población que los apoya.
"Entonces
yo no hablaría de apatía, hablaría de otras formas de asociatividad, hablar de
descontento, de desazón, de desencanto, de defraudación, de expectativas y de
otras búsquedas", cerró.
¿Estamos
preparados ante una nueva pandemia?
A pesar de que
vivimos en un mundo más individualista y competitivo, "la Argentina
es una sociedad profundamente colaborativa, o sea, que busca la unión ante las
emergencias. Hay un nivel de asociatividad y de organización capilar,
territorial, molecularizada, especializada y local que sigue siendo fuerte y
que emerge cuando la coyuntura o cuando la situación así lo exige o lo
demanda".
Sin embargo, el
sociólogo advierte que afrontar una pandemia en la actualidad "con
la salud cada vez más mercantilizada, con una salud pública
destruida, con personas que son antivacunas, que ocupan cargos
públicos o tienen legitimidad en su discurso, con un gobierno que desprecia
lo público, que desprecia lo comunitario, que desprecia lo asociativo y lo
colectivo, estamos mucho menos preparados que antes".
"Hoy en
día, si hay una pandemia, con las actuales políticas en la Argentina,
autoritarias, violentas, regresivas, antiderechos, que profundizan
desigualdades, que destruyen lo público, estamos peor que en el 2019,
cuando comenzó la pandemia, o inicios del 2020", cerró.
Por su parte, Ceberio consideró
que "rápidamente hemos vuelto al egoísmo social, al individualismo, a
no revalorizar los vínculos como debíamos revalorizarlos". Faltó
tiempo para poder aprender de la experiencia y romper con el individualismo y
ser más solidarios, "en el sentido de sí éramos capaces de no olvidar esta
experiencia del COVID-19 y entender que en cada uno conviven muchos
otros". "Nos faltó más tiempo y más reflexión sobre el tema
de la pandemia", cerró.
A cinco años
del aislamiento obligatorio: ¿Cómo cambió la forma de relacionarnos?
Cinco años
después, la sociedad parece habar aprendido mucho sobre las pandemias, y
también a estar preparada para eventos similares en el futuro. Pero, por sobre
todo, las personas aprendieron a relacionarse de manera diferente. "Modificó
los aspectos o las dimensiones vinculares, afectivas, emocionales de la
sociedad y de las personas y la forma de vínculo totalmente", afirmó
Vommaro.
La vida pública
se retrajo al espacio privado durante meses, estuvieron restringidos o vedados
totalmente los encuentros presenciales, espacios de encuentros juveniles como
las escuelas estuvieron cerradas muchos meses, al igual que las prácticas
deportivas. A pesar de esto, "la pandemia nos demostró que la
presencialidad sigue siendo muy necesaria y que hay una búsqueda del encuentro
presencial más allá de la sociabilidad digital o virtual".
De todos modos,
"hay una sociedad más individualista, con individuos más replegados sobre
sí mismos, pero creo que la búsqueda de los encuentros y de estar con otros y
otras continúa y persiste".
La
importancia de la salud mental
Los cambios que
generó la pandemia afectaron de diferentes maneras a las personas, y para Ceberio tanto
el aislamiento como la incertidumbre que generaba el coronavirus fueron
productores de ansiedad muy intensos: "Los primeros 15 días de pandemia
aparecía la ansiedad, la angustia y la incertidumbre", expresó el
especialista.
Tiempo después,
la angustia cambió al miedo y parcialmente a la bronca y rabia. "La gente
que empezó a hastiarse, a cansarse de lo incierto, del no saber, de la falta de
contacto, de no poder salir de la casa, todo esto empezó a generar
bronca", señaló.
Para el
psicólogo, cada uno construye una realidad determinada y cada uno sobrevive el
tema de la pandemia de manera diferentes: "Hubo tantas pandemias como
habitantes hubo en el planeta, porque cada uno vivió de una manera
absolutamente particular y subjetiva el aislamiento y la probabilidad de
contagio".
A diferencia de
los jóvenes, los adultos mayores "tuvieron una sensación un poco
más apocalíptica y riesgosa porque estaban en la población de riesgo, los
mayores de 60", contó el especialista. Claro, esa sensación no
solo estaba marcada por la edad, sino también por el espacio en el que vivían,
no era lo mismo estar encerrado en un monoambiente en CABA que en una casa con
patio.
A todo esto, se
suman las redes sociales y la sobrecarga de información que el mundo vivió
durante los primeros meses, ya que "fue un elemento dañino que
incrementó la ansiedad, la angustia, la tensión y la incertidumbre, y eso
generó actitudes conspirativas y paranoides", determinó Ceberio.
Por último,
durante la pandemia también se empezó hablar de la soledad. El psicólogo
explicó que "se revalorizó la soledad durante la pandemia Fue
un elemento clave porque todos en mayor o menor medida estuvimos solos
de alguien, solos de una pareja, solos de la familia, solos de amigos... creo
que se revalorizó la soledad en función de esto, pero también, al estar solos,
también valorizamos mucho la importancia de los vínculos".
Muchas veces la
soledad está relacionada con un aspecto negativo, pero para el psicólogo
"cuando uno está bien con uno mismo, es un valor buenísimo". A pesar
de la soledad, las personas a la larga pudieron volver a reencontrarse con sus
seres queridos. Esto, también generó un cambio ya que "alguna de las
secuelas que quedaron es justamente es valorar la amistad, valorar las
relaciones que son profundas, intensas, valederas".
Con todo este
contexto, la salud mental comenzó a cobrar un rol más importante que en otros
tiempos. Frente a una situación que nunca habíamos vivido y la
incertidumbre "no teníamos los tapabocas emocionales, es
decir, la protección emocional", aclaró el psicólogo, quien a partir de
las nuevas formas de relacionarse vía internet y a través de las videollamadas,
permitía acceder a sesiones de terapia a un clic de distancia y de una manera
más sencilla.
Esto facilitó el
contacto, la posibilidad de tener a alguien que escuche es una modalidad que se
instauró y persiste. "La mayoría de los psicólogos tenemos un 90% de las
consultas con teleterapia, a menos de que trabajemos por decisión propia
únicamente de manera presencial. Y entonces me parece que ese es un valor
absolutamente importante que surgió a partir de la pandemia", concluyó.
https://www.c5n.com/sociedad/las-huellas-del-coronavirus-5-anos-la-pandemia-que-cambio-al-pais-n194447
La juventud militante de la derecha popular
Los Rappi de Milei
Andrés y Juan esperan en una esquina de Lugano la llegada de Milei al club del barrio. Lucia prepara el guiso en un comedor popular de Villa Zabaleta. Una agrupación estudiantil baila al ritmo de La Renga en un acto político donde reivindican la dolarización y la década del noventa. Son jóvenes de sectores medios y bajos que militan en las fuerzas de Libertad Avanza. No viven en Recoleta ni pertenecen a las élites económicas o culturales con las que suelen asociarse las derechas. Ellos son los Rappi de Milei. Apelan al mérito, al trabajo y a la producción para distanciarse de los “vagos que viven del Estado”. ¿Puede la derecha ser popular?
https://www.revistaanfibia.com/los-rappi-de-milei/
La reconversión
Mientras estudiaba Letras en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Lomas de Zamora, Juan militaba en la agrupación Peronismo Militante en Carlos Spegazzini, Provincia de Buenos Aires. En aquella época, su instagram estaba lleno de fotos con los compañeros en las marchas, con los dedos en V, o en las reuniones de la agrupación en los barrios. Fue antes de la ley del aborto, antes de la pandemia. Es su pasado K, del que no se avergüenza. Todo lo contrario, forma parte de la historia de su conversión política allá en el 2018, en medio de los debates parlamentarios sobre la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Desde entonces, Juan sigue compartiendo fotos con banderas y en marchas. En sus redes, sigue alzando los dedos pero ahora para formar la letra L, de libertad.
Juan se distanció del kirchnerismo progresivamente. Un día discutió con los compañeros que reivindicaban a Hugo Chávez y la Revolución Bolivariana. Otro, con los que “se comían el sapo” de votar a Daniel Scioli en 2015; el argumento de “el candidato es el proyecto” no le cerraba. Lo acusaron de “poco orgánico”, de “librepensador”. Durante los debates por la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo Juan se reconoció pro-vida y ese fue el punto de quiebre que desató la conversión política, un cambio similar a una conversión religiosa, que lo llevó a dejar atrás un mundo de relaciones políticas. Pero también personales. Se separó de su compañera de militancia K, la madre de su primera hija.
En esos años, Juan comenzó a leer, al igual que otros congéneres, a un conjunto de influencers. En Nicolás Márquez, que discute los años setenta en Argentina, en Agustín Laje, con la “batalla cultural”, y en Gloria Álvarez, con sus intervenciones en redes para caracterizar al populismo, encontró nuevos marcos para pensar la realidad. Y, aunque Juan no se sentía parte de la derecha, las acusaciones de sus compañeros de militancia y sus nuevos consumos culturales le permitieron poner nombre a ese desplazamiento que llama “derecha popular”.
Impulsado ahora por las ideas de Javier Milei, Juan volvió a militar en el conurbano y lo hizo en Ezeiza, el mismo distrito al que había llegado de la mano de la rama estudiantil de Peronismo Militante.
¿Puede la derecha ser popular?
En los actos o locales partidarios de las fuerzas vinculadas con La Libertad Avanza predominan los varones jóvenes de sectores medios y bajos. Liberales, libertarios o de derecha, se reconocen en un principio común: lejos de parecerse a los militantes juveniles que viven en Recoleta, ellos no son los jóvenes chetos del PRO. “Los libertarios somos más picantes, somos como los peronchos del liberalismo”, ironiza una activista. Esta derecha no pertenece a las élites económicas o culturales con las que suele asociarse.
Impulsado por las ideas de Milei, Juan volvió a militar en el conurbano y lo hizo en Ezeiza, el mismo distrito al que había llegado de la mano de la rama estudiantil de Peronismo Militante.
El término popular genera algunos debates internos. Aunque para muchos reivindica el perfil social de sus adherentes y militantes, para otros, evoca al “populismo", término que utilizan para descalificar al kirchnerismo y a la “izquierda estatista” en general. Precisamente ahí se pone a funcionar la narrativa del mérito y los discursos emprendedores.
En 2022, el consultor Alejandro Catterberg caracterizó a los votantes de Milei como “los jóvenes varones que trabajan como repartidores de Rappi”. La reacción se viralizó en seguida: #RappideMilei. “Prefiero ser Rappi que un piquetero, #RappideMilei orgulloso”, posteó un joven activista junto con una imagen del casco anaranjado y el bolso térmico a tono.
Andrés es uno de los fundadores de Pibes Libertarios. A mediados de 2022, renunció a su empleo como administrativo en una oficina pública estatal y empezó a trabajar en una aplicación de reparto, “soy el Rappi de Milei”, dice y sonríe. En el trabajo anterior “no me pagaban bien, los horarios eran una mierda, no había posibilidad de crecimiento y, sí, tenía obra social, pero ¿sabés lo que tengo que esperar para que me den un turno en la obra social?”. Desde hace unos meses Andrés trabaja doce horas por día para llegar a redondear un sueldo parecido al de su trabajo anterior, pero “manejo mis tiempos, soy mi propio jefe, soy más libre y me siento mejor”.
En los primeros meses pudo ahorrar para comprarse una moto, pero pocos días después se la robaron: no tuvo más opción que volver a pedalear la bicicleta.
La figura del que trabaja y se esfuerza está en el corazón de la narrativa meritocrática. Diferencia “planeros”, “ñoquis” o “vagos que viven del Estado” de aquellos que pedalean para redondear un sueldo. Mérito, trabajo, producción, los tres valores a los que apelan los jóvenes mileístas para colocarse en una posición de superioridad frente a otros cercanos socialmente.
La gesta heroica
En junio de 2023, Ramiro Marra lanzó su candidatura a Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por La Libertad Avanza. En la tradicional esquina de Chilavert y Piedrabuena, en Villa Lugano, se congregaron vecinos curiosos y jóvenes con cabellos teñidos de diferentes colores, camperas de jean o de cuero. Llevaban banderas amarillas en los hombros, algunas con la clásica serpiente libertaria y otras con la insignia Milei 2023 y la inscripción del distrito del que provenían. Esperaban a Javier y a Marra para recorrer las tres cuadras que los separaban del también tradicional club de barrio El Ideal.
El Ideal de Lugano no fue elegido al azar. Es el club en el que Milei desarrolló parte de su carrera futbolística como arquero en un equipo de futsal. Su imagen de pibe de barrio se terminó de delinear entre los abrazos y agradecimientos al director técnico y a algunos de los exintegrantes del equipo. También en Villa Lugano tuvieron lugar las primeras caminatas de quienes hoy son nombrados como la línea fundadora de La Libertad Avanza.
El encuentro y el recorrido fueron organizados por militantes de la comuna 8, los mismos que se ganaron el crédito político por la performance electoral de las elecciones legislativas de 2021 en los barrios de Villa Soldati, Villa Riachuelo y Villa Lugano. Tal vez por la breve historia de La Libertad Avanza, tal vez por los sorpresivos resultados de aquella elección, las jornadas electorales se recuerdan como “la gesta histórica que llevó por primera vez a un libertario al Congreso Nacional”.
A lo largo de la caminata encendieron bengalas amarillas y cámaras de los teléfonos celulares. Si lograban sortear la barrera de patovicas que rodeaba a los candidatos, los jóvenes podrían llevarse una foto con “Javi” o con “Ramiro” como souvenir. Entre cánticos contra “la casta”, “los zurdos de mierda” y “Juntos por el Cargo”, Marra se lanzó como candidato en uno de los barrios más empobrecidos de la Ciudad de Buenos Aires.
Lucía Montenegro forma parte del partido UNITE y es una de las dos mujeres del bloque La Libertad Avanza en la Legislatura porteña. En sus posteos en redes sociales utiliza la consigna ¡por un liberalismo popular! en las fotos y videos que la retratan repartiendo choripanes y revolviendo con una cuchara de mango largo la olla en la que se prepara el guiso en un comedor popular de Villa Zabaleta. Aunque ella vive en Balvanera, una vez por semana va al espacio en el que cocina y también, aclara, come. Porque “hay que dar el ejemplo”. En el mismo local se la ve saltando en medio de un grupo de varones al compás de los bombos y de los cánticos contra la casta. Ellos llevan remeras negras con la cara de un león amarrillo y la inscripción “Milei 2023”.
Los candidatos cocinan en un local de Zavaleta y caminan por Villa Lugano, generan cercanía con sus simpatizantes. Estos actos y tareas proselitistas que habitualmente realizan otras fuerzas políticas, como el peronismo, en los barrios en tiempos de elecciones también son parte del trabajo político de las “nuevas derechas".
Liberalismo desacartonado
Pibes Libertarios es una agrupación creada en medio de la pandemia como espacio de intercambio de memes políticos en las redes sociales. El grupo se consolidó en las calles durante las manifestaciones contra “la tiranía” de Alberto Fernández y las medidas de regulación de la crisis sanitaria. Militantes de esta y de otras agrupaciones de jóvenes dieron sus primeros pasos en la política a través de esas protestas callejeras. También hay quienes invocan, como memorias de la infancia, la participación en cacerolazos y protestas durante el segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
La politización de los jóvenes libertarios involucra la movilización, el encuentro y la disputa de las calles. La presencia en esos espacios durante las medidas de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) les dio una visibilidad excepcional en un tiempo en el que otras fuerzas políticas adhirieron a la medida impulsada por el gobierno nacional que indicaba: “quedate en casa”. Además, en las calles llevan adelante su “batalla cultural”, objetivo que trasciende los momentos electorales. La batalla cultural supone, entre otras cosas, disputar prácticas y ámbitos que tradicionalmente se asocian a “la izquierda”.
Además de “tomar las calles” para ganar visibilidad y de participar de performances públicas, buscan instalar agendas por medio de intervenciones en las redes sociales y en los medios, tener presencia masiva en la Feria del Libro de Buenos Aires, impulsar colectivos de mujeres que se oponen a la llamada “ideología de género” y a las agendas de los feminismos, crear grupos –como Prisma– que adoptan las agendas de las diversidades pero se oponen a las políticas de cupos y a las “retóricas victimistas” o impulsar agrupaciones estudiantiles universitarias como Avancemos, que militan contra la “bajada de línea” del progresismo en las aulas.
Milei era reconocido como influencer aún antes de que se convirtiera en referente político de La Libertad Avanza. Sus seguidores destacan su rol como comunicador. Valoran, en particular, el tratamiento que hace de temas económicos en un lenguaje común y corriente, accesible para las grandes mayorías, que entiende “hasta un taxista". Esto, cuenta una militante, “desacartona al liberalismo” en la misma medida en que “masifica el mensaje”.
Milei utiliza conceptos como mercado, impuestos, emisión monetaria, subsidios, inflación y Producto Bruto Interno en los actos políticos. Fusionó muchas veces el clásico formato del acto partidario con otros modos de comunicación, por ejemplo, en las clases a cielo abierto que organizó en diferentes plazas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Entre apuntes escritos a mano y pantallas, en lugar de pizarrones, se propuso explicar y transmitir nociones básicas de economía. “Los políticos te quieren ignorante, nosotros los queremos sabios para poder salir de la miseria”, sostuvo Milei en pleno Parque Saavedra en 2021.
Actos y tareas proselitistas que habitualmente realizan otras fuerzas políticas, como el peronismo, en los barrios en tiempos de elecciones también son parte del trabajo político de las “nuevas derechas".
Martín es diseñador gráfico y no se pierde nunca un acto de La Libertad Avanza. Es empleado de una pequeña agencia y milita en un local partidario en Ituzaingó. Martín creó la gigantografía de cien dólares con la cara de Milei que circuló desde la presentación del libro El fin de la inflación en la Feria del Libro hasta la caminata por Villa Lugano. Además, reparte impresiones en tamaño real de los billetes con algunos de los argumentos a favor de la anhelada dolarización en el dorso. Esta política, dicen, “eliminará la inflación”, “elevará el valor de compra de los sueldos y jubilaciones”, “bajará la corrupción, los privilegios del poder y la frustración imperante”.
La economía configura la experiencia personal y colectiva de los argentinos, cuentan Ariel Wilkis y Mariana Luzzi en El dólar. Historia de una moneda argentina (1930-2019). Es por eso que, más acá de la escuela austríaca, de las invocaciones a Ayn Rand o Friedrich Von Hayek, muchos de esos conceptos forman parte de la vida cotidiana de estos y de muchos otros jóvenes. Las crisis económicas se integran a los relatos de sus biografías y de sus recorridos familiares como hitos o parteaguas.
“En mi corta vida, siempre hubo inflación”, dice un seguidor del autoproclamado león y militante del Movimiento de Integración y Desarrollo, partido que integra La Libertad Avanza. Delfina coincide. Tiene 20 años, nació en el barrio de Flores, es hija de padres comerciantes y forma parte de la juventud del Partido Libertario. Milei habla de los temas que le importan “a las personas de a pie, a la gente de laburo, a la que no le alcanza la plata”, explica.
La singular mixtura entre retórica pedagógica, prédica religiosa y divulgación económica del discurso de Milei marida con las precarias condiciones de vida de muchos de los jóvenes argentinos. Genera, a su vez, expectativas en torno a la dolarización como un horizonte o una salida posibles, aunque los efectos concretos sobre quienes abrazan esas ideas sean remotos, o devastadores.
Entre las capas dirigenciales algunas de estas visiones se tramitan en otro lenguaje. Ramiro Marra es broker de bolsa e influencer económico. Su oficina está en el lujoso Edificio Fortabat, en pleno microcentro porteño. Hace unos años formó parte de Consenso Federal pero accedió a su primer cargo como legislador de la mano de La Libertad Avanza. Marra se opone a cualquier adjetivación que lo coloque del lado de “los gorilas”. En 2022 organizó en el salón dorado de la Legislatura porteña la presentación del libro Los noventa. La argentina de Menem, compilado por Eduardo Menem, Carlos Corach y Domingo Cavallo, ex Ministro de Economía que impulsó la Ley de Convertibilidad, el uno a uno. Marra presentó el panel con una afirmación contundente: “hoy venimos a reivindicar la década del noventa”. Al igual que otros miembros de su partido, piensa que el de Menem fue “el mejor gobierno de la historia” porque pudo “resolver la hiperinflación y generar estabilidad”.
Cuando el Movimiento Estudiantil del Nuevo Encuentro Mayoritario (MENEM) ganó las elecciones del Centro de Estudiantes en la Universidad Torcuato Di Tella invitó a celebrar la victoria con pizza y champán. Puentes, agrupación juvenil de la Unión del Centro Democrático (UCEDE), lanzada en mayo de 2023 en un pub emplazado en el barrio porteño de Recoleta, al que asistieron los militantes de la comuna 8 también se identifica con aquella experiencia en la que se fusionaron, acaso por primera vez, elementos plebeyos y populares con un programa de gobierno de derecha. Hoy en los actos políticos bailan al son del Panic show de La Renga y Se viene el estallido de la Bersuit, canciones que modelaron una respuesta cultural a los efectos sociales y económicos del menemismo.
Fotos: Melina Vazquez
https://www.revistaanfibia.com/los-rappi-de-milei/
16 marzo 2025
Pablo Vommaro: “Lo que hay que hacer es un proyecto de futuro”
La multitudinaria, transversal y pacífica Marcha del orgullo, antifascista y antirracista expuso que el Gobierno está dejando servida a la oposición “la agenda de políticas públicas vinculadas a inclusión, género, educación y medio ambiente”, dijo el cientista Pablo Vommaro. Destacó que “ahí hay una veta para profundizar que no se está aprovechando lo suficiente”.